¿Quienes somos?

El Estatuto del Cabildo Cívico de Quito, aprobado en febrero de 2019, está precedido de una Declaración de Principios, que, a su vez, se despliega en dos partes: una primera, que contiene los principios básicos que han inspirado su conformación (‘Convencidos’); y, una segunda, que esboza líneas maestras de ejercicio de dichos principios, que pueden guiar su acción (‘Resolvemos’).

    En la primera, se destacan los siguientes principios y su significado, en forma de conceptos:

• Que la participación ciudadana es un derecho constitucional que debe ser garantizado sin limitaciones.

• Que una democracia real, es aquella en la que la ciudadanía participa de forma activa.

• Que, para concretar el ejercicio del derecho de participación ciudadana, es necesario fomentar las distintas vías (modalidades) de convivencia democrática desde la ciudadanía. 

• La democracia moderna comprende un concepto más amplio de participación, que involucra a la comunidad en los asuntos públicos a través de mecanismos de democracia directa (‘democracia participativa’).

• La ciudadanía activa es la base de una democracia real, por ende, el cambio y la transformación social deben promoverse desde una ciudadanía comprometida con la justicia social y la igualdad de oportunidades.

• Que para el fomento de la calidad de las políticas públicas se debe tener en cuenta las necesidades ciudadanas más apremiantes. Esto se consigue mediante la participación ciudadana organizada y activa, como camino eficaz para recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones del Estado.

    En la segunda, se enuncian aspectos donde el ejercicio de la participación ciudadana conduce al respeto de los derechos civiles y políticos y, por ende, al fortalecimiento de la democracia, la formación de normas y políticas públicas, el impulso del control social y la inclusión, es decir a la forja de una sociedad plural, incluyente, con cultura de derechos y participación:

• Las organizaciones de la sociedad civil, a través del uso de mecanismos de democracia directa, estipulados en las propias normas constitucionales y locales, pueden asumir el poder soberano en la formación de normas, políticas públicas y control social de la administración local.

• Las acciones ejecutadas por las organizaciones de la sociedad civil tienen importancia relevante en el fortalecimiento de la democracia y la participación ciudadana.

• La participación ciudadana implica el desarrollo progresivo del respeto de los derechos civiles y políticos mediante el impulso de una ciudadanía activa, en la que se incluyen diversos sectores de la sociedad civil, tradicionalmente excluidos de las instancias de poder.

• Si la participación ciudadana se ejerce en virtud de estos principios, se puede hablar de sociedades plurales, incluyentes, democráticas y con cultura de derechos y de participación. 

Vista desde esta óptica, la participación ciudadana representa quizá la más importante propuesta de renovación del paradigma democrático.